Querido papá:
Ya han pasado dos semanas desde que te fuiste para siempre, y aún estoy sintiendo dolor y tristeza. Necesitaré tiempo para asimilar tu pérdida porque nos dejaste demasiado pronto, cuando aún queríamos pasar momentos alegres juntos y cuando tus nietos querían jugar contigo. Pero sé que desde allí arriba nos cuidarás y nos ayudarás a ir por buen camino. Fuiste el mejor padre del mundo, una persona trabajadora y luchadora, honrada y cariñosa, el amigo de tus amigos. Tuviste que superar el peor momento de tu vida al perder a tu hijo, y venciste más golpes duros de la vida por ser un hombre tan fuerte. Pero ésta vez no pudo ser. Te has llevado un trozo de mi corazón pero en él te he guardado un lugar para sentirte siempre conmigo. Tu presencia me ayudará a seguir adelante. Ahora, allí dónde estés en el cielo, estarás abrazando a tu hijo y al resto de tu familia. A ellos les toca ahora vivir los buenos momentos dedicándoles tus cantes. Con tu flauta y el tamboril les alegrarás los días cómo lo hacías en nuestras fiestas familiares. Mamá cuidará de vuestra casa y del jardín que conseguisteis con muchos sacrificios y dónde pasamos los últimos días juntos. La ayudaremos a sobrellevar su soledad lo mejor posible. Tu hija Rosario te bailará sus mejores sevillanas para que disfrutes del cante y del baile y para que no olvides tus raíces españolas. Yo te dedicaré todas mis obras de pintura para tenerte siempre a mi lado y para que también disfrutes del arte como a ti te gustaba tanto.Tu música nos acompañará siempre, tu alma también.
Te queremos mucho papá.
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